¿Infraestructuras o paisaje?

7 mayo, 2014

El caso de la IV Séquia [1] del Canal d’Urgell.

Por Eduard J. Alvarez Palau y Mireia Hernández.

La mayoría de definiciones del término territorio se centran en la soberanía ejercida sobre una porción de superficie terrestre o terreno. No obstante, para el caso que nos ocupa nos interesa más utilizar el término adoptado por el DIEC [2], donde se define del siguiente modo:

Porció de la superficie terrestre subjecta a apropiació per un grup d’individus a fi de portar a terme qualsevol activitat.”

En esta definición se puede realmente diferenciar un territorio respecto un espacio natural. El primero de ellos sufre un proceso de transformación humana que lo acondiciona para su desarrollo futuro. El segundo, en cambio, se mantiene intacto sin intervenciones de la especie humana. Bajo esta perspectiva es evidente que la especie humana de los países desarrollados ha transformado prácticamente todo el medio natural. Podríamos por tanto decir que ha territorializado su entorno para mejorar su habitabilidad en función de sus intereses. En este sentido, sería interesante reflexionar sobre las consecuencias inducidas por este proceso de evolución.

Evidentemente, no podemos fijar un inicio de este proceso, puesto que es implícito a la especie humana desde que abandona su carácter nómada para convertirse en sedentaria. La construcción de asentamientos habitacionales, la habilitación de suelos de cultivo y la extensión de vías de comunicación, son claros ejemplos de este proceso. Es por ello, que la revisión del concepto territorial es imprescindible para entender nuestros orígenes como civilización, pero también para entender el proceso de desarrollo que hemos vivido hasta nuestros días. Este trabajo de revisión histórica nos obliga a analizar aspectos tanto naturales como culturales. De hecho, el estudio de los bienes culturales puede abordarse desde ópticas tan diferentes como el arte, la historia, la arqueología, la ciencia o la técnica; y es en este contexto donde nace la definición del patrimonio histórico.

Para el caso que nos ocupa, el territorio, evidentemente es la parte cultural científico-técnica la que prima sobre las demás. Existen por tanto bienes muebles, inmuebles o inmateriales que deben ser valorados por su significancia en el proceso de expansión urbana creando territorios. La interpretación individual de cada elemento nos ofrece pistas sobre la evolución técnica y los procedimientos constructivos, sin embargo su análisis completo y contextualizado permite ir un paso más allá y entender las pretensiones de la civilización de la época. Se define así el monumento histórico, el conjunto histórico o el lugar histórico, como figuras de interpretación del patrimonio infraestructural.

Las infraestructuras de transporte y abastecimiento son las que más han contribuido al crecimiento demográfico y a su extensión sobre el territorio. Las infraestructuras de transporte, como carreteras, ferrocarriles, puertos o aeropuertos, han permitido incrementar substancialmente las velocidades de circulación, la capacidad de transporte de mercancías o el confort por parte del usuario. Por otro lado, canales, acueductos, líneas eléctricas, etc., han facilitado la reconversión de la sociedad agrícola a la industrial, hasta llegar a la sociedad del conocimiento y las nuevas tecnologías.

Sin embargo, el mundo evoluciona constantemente y las infraestructuras que el siglo pasado supusieron un cambio de paradigma hoy en día están desfasadas.

En nuestro país, pocas personas recuerdan el telégrafo, los caminos de carros, o el uso de los ríos para transportar leña u otras mercancías; del mismo modo que otros países han olvidado infraestructuras de mayor calado como el ferrocarril, o los tranvías urbanos.

Lógicamente, una infraestructura desfasada deja de tener utilidad y por tanto su preservación en el territorio dependerá de su coste de demolición, de su posible reconversión para otros usos, de su consideración como elemento propio del paisaje regional y de su catalogación como elemento patrimonial.

El caso de la IV Séquia del Canal d’Urgell.

Recientemente, varios medios de comunicación catalanes han informado sobre un viejo conflicto que se sucede en la Plana de Ponent, concretamente entre las localidades de Juneda y Les Borges Blanques. Estas localidades son regadas por las aguas del Canal d’Urgell, infraestructura construida mediante concesión pública por la Sociedad Canal d’Urgell. Dicha sociedad fue promovida por las familias Girona y Clave a mediados del siglo XIX, aunque actualmente el concesionario desde 1965 es la Comunidad de Regantes del Canal.

La infraestructura en cuestión fue proyectada inicialmente con sección de tierra, encauzada entre dos terraplenes habilitados a tal efecto. Para prevenir la erosión lateral, se decidió plantar árboles a ambos lados para que contuvieran el terreno con sus raíces. No es hasta la década de los ‘70, en que los ingenieros de la compañía deciden modernizar los cauces. Para ello, optan en el Canal Principal por una sección trapezoidal formada por piezas de hormigón prefabricado. Evidentemente, los árboles ubicados a ambos lados dificultaban el procedimiento constructivo y fueron talados. Esta actuación provocó protestas de entidades locales y ecologistas. Por ello, a partir de ese momento se propuso un nuevo sistema de revestimiento consistente en gunitar hormigón armado directamente sobre los márgenes. De este modo se pretendía limitar la infiltración manteniendo el paisaje.

 

Figura 1: Sección arbolada de la III y IV acequias, con revestimiento blando. Fuente: Propia

Rápidamente, observan que la solución planteada no resuelve los problemas hidráulicos ni de infiltración. De este modo, las pérdidas de agua continúan siendo elevadas y el flujo sufre constantes cambios de régimen debidos a la falta de homogeneidad de la sección. Bajo esta premisa, la próxima decisión tomada por los técnicos pasa por arrasar con la sección preexistente y volver a la solución del cajón de hormigón; esta vez construido in situ para eliminar las juntas.

 

Figura 2: Sección en cajón de hormigón del Canal Principal. Fuente: Propia

El problema surge cuando recientemente, bajo la premisa de continuar con la modernización del cauce, se decide actuar de igual modo sobre el tramo inicial de la IV Acequia. En este emplazamiento, los habitantes de los municipios de Juneda y Les Borges Blanques utilizan el margen del canal para realizar paseos a pie, en bicicleta o para hacer ejercicio. De este modo, la infraestructura se ha convertido en paisaje propio del lugar. Incluso existen rutas turísticas que transcurren por la zona. Por este motivo, los responsables urbanísticos procedieron a catalogar el parque arbolado lineal, como Bien de Interés Cultural Local (BCIL).

Según indica la legislación urbanística, dicho bien debería ser preservado por las diferentes administraciones. Incluso sus propietarios pueden recibir importantes sanciones si incumplen con los criterios de protección. Aun así, como denuncian ciertas asociaciones locales, la comunidad de regantes dirigida por la Casa Canal ha decidido continuar con el proceso de reconversión del cauce. Los argumentos esgrimidos se centran en la necesidad de reducir las pérdidas y la voluntad de incrementar el cabal transportado.

En la figura siguiente se puede observar el aspecto de un tramo del Canal antes y después del inicio de las obras.

 

Figura 3: Paisaje original y obras de encauzamiento de un tramo del canal. Fuente: http://www.labanquetadejuneda.cat/

El análisis de la importancia de los elementos patrimoniales como forma de entender el proceso evolutivo nos sitúa ante la siguiente paradoja: ¿Es lícito, en pro de la modernidad, arrasar con los elementos patrimoniales que caracterizan el paisaje construido de nuestros territorios? ¿La funcionalidad debe prevalecer sobre el paisaje? ¿No existe forma alternativa de modernización?

Bibliografía

Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español

Llei 9/1993, de 30 de setembre, del Patrimoni Cultural Català

VILA, Jaume: Els Canals d’Urgell i la seva historia. Ed. Diputació de Lleida, Lleida, 1992.

http://www.labanquetadejuneda.cat/

Noticias sobre la problemática:

La Vanguardia: http://www.lavanguardia.com/local/lleida/20140226/54402591036/les-borges-exigira-responsabilitats-i-compensacions-per-la-tala-massiva-d-arbres-a-la-banqueta-del.html

Lleida.com: http://www.lleida.com/noticia/mes-de-150-persones-la-jornada-contra-la-tala-darbres-al-canal-durgell

El Punt Avui: http://www.elpuntavui.cat/noticia/article/1-territori/11-mediambient/735302-canal-sense-arbres.html

Notas

1 En castellano: Acequia.

2 Diccionario del Institut d’Estudis Catalans.

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Autores / Autoras
Profesora colaboradora en la asignatura Territorio, infraestructuras y servicios urbanos del Máster Universitario de Ciudad y Urbanismo. Ingeniera de Caminos, Canales y Puertos. Directora de proyectos en PCE Engenharia (Río de Janeiro).
Professor agregat dels estudis d’Economia i Empresa de la UOC i recercaire del grup de recerca Sustainability, Management and Transport (SUMAT). És doctor en Enginyeria i Infraestructures de Transport (UPC), enginyer de Camins, Canals i Ports (UPC), i màster en Direcció d'Organitzacions (UOC). Anteriorment, ha estat investigador postdoctoral a la University of Cambridge, becari de la Comissió Europea (DG MOVE), professor associat de la UPC i consultor extern de la UOC. Ha fet estades de recerca a la University of California Irvine, a la Koç University, i a la Universidad Nacional de La Plata. Té també experiència en la direcció de projectes d'enginyeria civil, planificació urbanística i de transports a l'empresa privada.
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