La ciudad de las Redes

21 septiembre, 2017

En los últimos años el planeamiento de nuestras ciudades se ha visto interrumpido por nuevos conceptos que han obligado a entender la ciudad de una forma diferente. Durante mucho tiempo el papel de las redes de infraestructuras se ha menospreciado, relegado casi a la función básica de abastecer a los ciudadanos, sin plantear el poder de extensión que ejercían sobre la ciudad. Pero el tiempo y el afán por convertirnos en una sociedad altamente tecnológica parecen haber vislumbrado algo que profesionales del territorio hemos defendido durante décadas: el poder de las redes. En realidad, que “smart city” se haya convertido en una palabra en boca de todo el mundo nos ha hecho un gran favor, a nosotros y a la ciudad. Pues en esta nueva era tecnológica la ciudad ya no se entiende sin su soporte infraestructural, y aunque llevamos mucho tiempo trabajando para demostrarlo, sin duda esto vislumbra una realidad escondida, o tal vez una realidad que no quería ser aceptada.

Nuestro más reconocido urbanista ya ponía en relieve que la ciudad no podía ser entendida sin sus redes. Cerdà entendía perfectamente la relación entre infraestructura y ciudad ciudad, y así diseñó el ancho de sus calles, la forma de sus manzanas y tantos otros elementos atendiendo a los requerimientos de soporte de las mismas. Esta forma de entender el territorio a través de sus infraestructuras fué sólo el primer eslabón de un urbanismo que no sólo se fijaba en la forma de la ciudad, sino también en los elementos que formaban parte de ella.

Años más tarde, en 1991, Gabriel Dupuy escribía el libro L’urbanisme des reséaux: théories et méthodes, que se convirtió en referencia para la lectura del territorio a través de sus redes. Su investigación dio a conocer nuevas herramientas con las que trabajar el territorio leído a través de sus infraestructuras, y los posteriores avances que se han dado en este campo partieron de las teorías de redes de la escuela francófona.

Las redes de infraestructuras ejercen una fuerte influencia sobre la morfología de nuestras ciudades, y por ello no podemos olvidarlas al planificar el territorio. Manuel Herce presentaba en los noventa su tesis sobre variantes de carretera y forma urbana, demostrando el poder de atracción de la red sobre el espacio construido. Años más tarde, y utilizando como punto de partida esta investigación, nosotros demostramos efectos similares respecto la infraestructura férrea [1].

Las redes han ejercido, y continúan ejerciendo, tensiones sobre el territorio. La planificación de éstas si atender a sus interrelaciones con los sistemas urbanos es un despropósito. Toda nueva carretera, línea eléctrica, o infraestructura de cualquier índole debe proyectarse pensando en los futuros efectos e impactos causados. Inclusive cuando se abastecen territorios sin urbanizar. La accesibilidad a la red, la conectividad y la capacidad de extensión de las mismas deben ser elementos importantes a considerar.

Existen notorios ejemplos en los que el mal entendimiento de las redes ha llevado a soluciones nefastas. Desde las islas artificiales de Dubai, donde no se pensó en la renovación de las aguas internas que recorren la urbanización, provocando serios problemas en el tratamiento de las aguas negras; hasta la implantación low-cost de los BRT’s en Latinoamérica para reducir costes, creando cicatrices urbanas difìciles de resolver. ¿Podemos planificar nuestras ciudades sin pensar en las redes de servicios? ¿Es sostenible que nuevos proyectos de infraestructuras se implementen sin atender sus potenciales impactos? ¿Cómo esperamos integrar las diferentes piezas que componen el puzzle urbano para que funcionen de forma integrada y alcancen la excelencia?

En la ciudad del ahora, donde ya no se entiende lo urbano sin lo tecnológico, donde la esfera física no tiene sentido sin la esfera digital, las redes de infraestructuras emergen de nuevo. El territorio de las redes ha resultado ser el territorio del futuro, y este ya no puede quedar relegado del proceso planificador de la ciudad.


Notas

[1] Ver artículo “Modelo morfológico de crecimiento urbano inducido por la infraestructura ferroviaria. Estudo de caso en 25 ciudades catalanas” en Revista Scripta Nova, Vol. XX – Núm. 527.

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Autor / Autora
Profesora colaboradora en la asignatura Territorio, infraestructuras y servicios urbanos del Máster Universitario de Ciudad y Urbanismo. Ingeniera de Caminos, Canales y Puertos. Directora de proyectos en PCE Engenharia (Río de Janeiro).
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